En plena época del exterminio Selknam, a principios del siglo XX, algunos “afortunados” fueron trasladados a las misiones salesianas repartidas en la Patagonia, instaladas allí con el propósito de evangelizarlos. Sin embargo, no todos pudieron adaptarse a la cultura que quería imponerles el hombre blanco, ansiando permanentemente regresar a su querida e invadida Tierra del Fuego. En la misión de San Rafael Arcángel, ubicada en la Isla Dawson, muchos de los refugiados acabaron sucumbiendo a enfermedades y llenando las fosas comunes excavadas bajo el frío para recibir sus restos. Otros, que no tuvieron la paciencia de esperar la llegada de la muerte, huyeron con la esperanza de recuperar aquella forma de vida que se había extinguido mucho antes que su pueblo.
¿Qué fue de ellos? ¿Perecieron al igual que el resto de su gente, solo para perdurar en los textos de historia?
Tal vez no todos corrieron esa suerte. Quizás, en algún lugar recóndito del Chile Austral, perdido entre los fiordos patagónicos, se levanta el único refugio que fue capaz de cobijar a quienes se fugaron de la misión. Tal vez ellos, con ayuda de sus divinidades ancestrales, consiguieron hallar un nuevo hogar donde sobrevivir... y evolucionar.
En plena época del exterminio Selknam, a principios del siglo XX, algunos “afortunados” fueron trasladados a las misiones salesianas repartidas en la Patagonia, instaladas allí con el propósito de evangelizarlos. Sin embargo, no todos pudieron adaptarse a la cultura que quería imponerles el hombre blanco, ansiando permanentemente regresar a su querida e invadida Tierra del Fuego. En la misión de San Rafael Arcángel, ubicada en la Isla Dawson, muchos de los refugiados acabaron sucumbiendo a enfermedades y llenando las fosas comunes excavadas bajo el frío para recibir sus restos. Otros, que no tuvieron la paciencia de esperar la llegada de la muerte, huyeron con la esperanza de recuperar aquella forma de vida que se había extinguido mucho antes que su pueblo.
¿Qué fue de ellos? ¿Perecieron al igual que el resto de su gente, solo para perdurar en los textos de historia?
Tal vez no todos corrieron esa suerte. Quizás, en algún lugar recóndito del Chile Austral, perdido entre los fiordos patagónicos, se levanta el único refugio que fue capaz de cobijar a quienes se fugaron de la misión. Tal vez ellos, con ayuda de sus divinidades ancestrales, consiguieron hallar un nuevo hogar donde sobrevivir… y evolucionar.
Volumen 1.
Peso: 0.5 kg Dimensiones: 26 × 19 × 2 cm Guión: Daniel Leal Arancibia Dibujo: Fabián Todorovic Editorial: Arcano IV Formato: Color, Tapa blanda Páginas : 96