La ciencia ficción blanda se define como oposición a la ciencia ficción dura.

Hay obras que pese a ser consideradas ciencia ficción, admitían muchas licencias en cuanto al rigor científico. No hablamos exactamente de space ópera (aunque ésta se tomó notables licencias en cuanto a la plausibilidad de sus “explicaciones científicas”) sino más bien de obras con un carácter literario o poético mucho más elaborado.

La nueva ola trajo consigo escritores cuya ciencia ficción se alejaba definitivamente de los estándares de la ciencia ficción dura, buscando una mayor calidad literaria y, sobre todo, especular acerca del hombre mismo, abandonando toda intención divulgativa (al menos desde el punto de vista de las ciencias puras).