La ciencia ficción dura o hard science fiction (en ocasiones abreviado como hard SF), es un subgénero de la ciencia ficción caracterizado por conceder una especial relevancia a los detalles científicos o técnicos de la narración.
El término complementario «ciencia ficción blanda», surgió por analogía como un modo de describir la ciencia ficción en la cual la coherencia científica no es relevante o en la que no se tienen en cuenta los conocimientos científicos de la época.
Sin embargo, estos conceptos no forman parte de una categorización rigurosa, sino que son una forma de definir las historias que los críticos y el público han encontrado útil.